Monumento a la Leyenda de la Encantá, ALMODOVAR DEL RIO

El príncipe Fath-Al-Mamun decidió enviar a su esposa, Zaida, al Castillo de Almodóvar, con intenciones de asegurar su protección, mientras él defendía el asedio de Córdoba por los almorávides. El asedio se hizo imposible de defender, quedando Córdoba capitulada como ciudad conquistada por el ejército almorávide, muriendo en el asedio el príncipe Fath-Al-Mamun.
Su esposa, Zaida, en la noche que su marido muere, siente rápidamente que algo no va bien y asomándose al balcón de la torre del homenaje, piensa en la desgarradora imagen de su marido caído en batalla. Sin necesidad de que nadie le corroborara la noticia, Zaida, entro en una profunda depresión, dejando de comer, beber y manteniéndose encerrada durante todo el día hasta, finalmente, desfallecer por inanición.
Durante la reconstrucción del castillo, los obreros contaban los avistamientos de una dama vestida de blanco, triste y convertida en sombra. Los lamentos, gritos y sollozos invadían la fortaleza de Almodóvar, acongojando el alma de los obreros, los cuales presentaban total negativa a trabajar de noche en el castillo.