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BELMEZ

Habitantes: 3.327  Altitud: 530 m.  Gentilicio: Belmezano/-a 
Hoy amanece en BELMEZ a las 09:21 y anochece a las 19:00
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Situación:

Es una villa situada al noroeste de la ciudad de Córdoba, en el valle del Alto Guadiato. Dista 71 kilómetros de la capital.

A 71 km de de la capital de provincia, Córdoba.

Sus coordenadas geográficas son 38º 16' N, 5º 12' O.

Ayuntamiento:

Alcaldesa Aurora Rubio Herrador (IULV-CA)
Excmo. Ayuntamiento de Belmez, Córdoba 1. 14240
Teléfono: 957580012 - 957580072

Monumentos:

Castillo de Belmez
El castillo de Belmez, al igual que otros que poblaron el norte de la provincia de Córdoba, custodiaba el camino viejo de Los Pedroches.
El acceso al recinto se realiza a través de una puerta acotada, situada en uno de los cubos. Al lado de ella había un torre albarrana, típico sistema defensivo árabe.
A la fortaleza se llega por una empinada y zigzagueante escalera que parte desde la calle Rafael Canalejo Canteroy el acceso se realiza a través de una puerta acotada, situada en uno de los cubos.
De forma alargada, su planta se adapta al terreno sobre el que se asienta, una enorme roca infranqueable por el lado noroeste por un profundo acantilado. Seis torres semicilíndricas dispuestas a lo largo de una muralla con tramos de distintos grosores rodean el recinto interior, en cuyo patio de armas perdura un aljibe, conocido popularmente como "la pisada del caballo", y que, dadas las características del terreno, siempre contiene agua.
La Torre del Homenaje, de planta pentagonal y 11 metros de altura, está dividida en dos plantas rematadas en bóvedas de ladrillo. Estuvo rematada por matacanes y almenas, elementos claramente defensivos que han desaparecido con el paso del tiempo.

Se tienen noticias de este castillo desde el año 1245, aunque la torre principal y la muralla son posteriores, del siglo XV. Perteneció a la Orden militar de Calatrava después de pasar por el Concejo de Córdoba. En el siglo XV, se convirtió en una importante zona de control durante la Reconquista.

Uno de los accesos a Belmez desde la variante nace junto al la ermita de la Virgen de los Remedios; así que el primer saludo que recibe el viajero es el de la Patrona del pueblo.

En una visita a la población es obligada la subida al castillo, donde se inicia en la calle Empinada, junto la ermita de la Virgen del Castillo, poco más arriba, un arco reciente de rojiza piedra enmarcada, desde aquí ofrece el castillo mejor apariencia que visto de cerca: sus muros, jalonados por salientes torres cilíndricas, se asientan dominadoramente sobre la desnuda base de erosionadas rocas, que forman, arriba, una pared y luego descienden en rampa hasta los últimos tejados del pueblo.

Por las calles, el espinazo urbano del caserío es la calle Córdoba, que asciende recta, y más acá, la torre parroquial emerge entre los tejados, rojiza como ellos.

El tramo superior de la calle Córdoba es el principal eje comercial de Belmez.

Frente al parque, la calle Covadonga baja hasta la plaza de toros, que ha cumplido ya 75 años, con la de Córdoba es la más famosa.

En el casco urbano queda alguna casa señorial, aunque lo principal a reseñar es el edificio del Ayuntamiento, contruido en la segunda mitad del siglo XIX.

Cabe destacar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Anunciación, creada en el siglo XIII, a continuación de la Reconquista. La torre representa el mejor testimonio de la obra medieval del templo.

También de origen medieval la ermita de Nuestra Señora del Castillo, se reduce a una nave única, se ven los arcos transversales apuntados, en un lateral se conserva una bella portada bajo conopio, típica de época Reyes Católicos.

Fiestas:

La fiesta más tradicional de Belmez es el día de los tomillos, la noche del 19 de enero, los jóvenes de la localidad van a la sierra cercana a coger manojos de tomillos, son llevados hasta la puerta de sus casas, cruces de calles o plaza, donde se amontonan hasta el toque de ánimas, momento en que se les prende fuego. Es ésta una noche alegre donde se canta, baila y juega en torno a las candelas.

La Semana Santa belmezana cuenta con cuatro tallas del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, situadas en la parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación (Nazareno, Crucificado, Virgen Dolorosa y Yacente). El miércoles Santo es representado el Vía Crucis, el jueves Santo procesionan las tallas de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Cristo Crucificado, y por último el viernes Santo procesionan la imagen del Cristo Yacente y la imagen de la Virgen Dolorosa.

El 15 de mayo se celebra la romería de San Isidro, patrón de Belmez, procesión religiosa seguida de una cabalgata de carrozas, que hacen los agricultores en honor al santo, las cuales procesionan por el pueblo y a continuación se desplazan a la finca de "Los Mestos" donde se realiza la Romería Campera.

El 13 de junio se celebra la verbena de San Antonio,
Las fiestas patronales se celebran del 7 al 11 de septiembre en honor a Ntra. Sra. Virgen de los Remedios.

Santa Bárbara 4 de diciembre.

Costumbres:

La economía de Belmez está notablemente condicionada por superficidad geográfica, su inserción plena en la franja de depresión socioeconómica del Alto Guadiato y el déficit de infraestructuras varias que soporta, se ha unido el éxodo rural de las últimas décadas y la especialización excesiva de la economía local en el sector minero-industrial.
La verbena de la Virgen del Castillo, que se celebra primer fin de semana del mes de agosto, es una verbena popular que tiene lugar la explanada de los "Hospitalillos", al lado de la ermita del Castillo.

El decaimiento de la actividad minera de carbón no ha podido ser compensado por el sector agrario, que ha sufrido aún una crisis mayor.

La gran costumbre de Belmez es el día de los tomillos, la noche del 19 de enero, los jóvenes de la localidad van a la sierra cercana a coger manojos de tomillos, son llevados hasta la puerta de sus casas, cruces de calles o plaza, donde se amontonan hasta el toque de ánimas, momento en que se les prende fuego. Es ésta una noche alegre donde se canta, baila y juega en torno a las candelas
Romería Campera

Historia:

Los restos que se conocen de momento de Belmez, pertenecen al Neolitico final. Proceden del yacimiento de Sierra Palacios, y se trata de varios fragmentos de ceramica decorados a base de una capa de pigmento rojo (almagra) que recubre toda la superficie. La etapa mejor y mas representada en Belmez es la que sigue al Neolitico, el Calcolitico, de la que se cuentan además de poblados sepulturas de varios tipos y fases.
Es constatable la huella de la presencia romana, encontrándose lugares como: inhumación con lápida funeraria, minas de cobre, minas de hierro, etc.
También es observada la presencia visigoda, encontrándose un hábitat al sur de la aldea de El Hoyo, y también conocido el ladrillo visigodo de Belmez.
Belmez se formó tras la reconquista al amparo del castillo, empinado sobre una imponente elevación caliza, y se expandió hacia el camino real de Córdoba.
Los vestigios humanos en el término de Belmez se remontan hasta el Paleolítico y se prolongan por el Eneolítico, las culturas dolménicas, ibérica y romana, y por las épocas visigoda y musulmana, quedando esta última plasmada definitivamente en su paisaje, por el castillo que corona la población. Poco después de la conquista de Córdoba en el año 1236 se asentaron en estas tierras algunos vecinos de Fuente Obejuna atraídos por su riqueza. Hasta el año 1458 estuvo sujeta a la jurisdicción de Córdoba, pasando después a manos del maestre de Calatrava don Pedro Téllez. El descubrimiento por parte de un vecino de Almadén de las posibilidades carboníferas que caracterizan al término municipal de Belmez, originó una fortísima inmigración a principios del siglo XX.

Es constatable la huella de la presencia romana, encontrandose lugares como: inhumacion con lapida funeraria, minas de cobre, minas de hierro, etc.

Tambien es observada la presencia visigoda, encontrandose un habitat al sur de la aldea de El Hoyo, y tambien conocido el ladrillo visigodo de Belmez.

Belmez se formo tras la reconquista al amparo del castillo, empinado sobre una imponente elevacion caliza, y se expandio hacia el camino real de Cordoba.

Los vestigios humanos en el término de Bélmez se remontan hasta el Paleolítico y se prolongan por el Eneolítico, las culturas dolménicas, ibérica y romana, y por las épocas visigoda y musulmana, quedando esta última plasmada definitivamente en su paisaje, por el castillo que corona la población. Poco después de la conquista de Córdoba en el año 1236 se asentaron en estas tierras algunos vecinos de Fuente Obejuna atraídos por su riqueza. Hasta el año 1458 estuvo sujeta a la jurisdicción de Córdoba, pasando después a manos del maestre de Calatrava don Pedro Téllez. El descubrimiento por parte de un vecino de Almadén de las posibilidades carboníferas que caracterizan al termino municipal de Bélmez, originó una fortísima inmigración a principios de siglo.
Entre los años 1810 y 1812, durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas se adueñaron del Castillo de Belmez, ocupándolo durante largo tiempo. Tan importante fue para los invasores franceses, que incluso repararon parte del recinto. La dominación francesa dejó una huella tan profunda en Belmez, que sus habitantes prefirieron deshacerse de ese bastión tan atractivo para sus enemigos, e intentaron destruirlo.
La demografía de Belmez ha experimentado dos grandes cambios desde 1850. El primer cambio fue el aumento de población, debido a los hallazgos de carbón en la comarca (en este período entre el censo de 1897 y el anterior, disminuye el término del municipio porque independiza a Peñarroya y Pueblonuevo del Terrible). El segundo cambio está siendo la disminución de población debido al agotamiento de las minas.

Turismo:

III FERIA MOZÁRABE
A mediados de octubre
Embalse de Sierra Boyera