¡¡Pero que
mar!!, es la envidia de toda
España, con todos mis respetos y sin desvalorar a otros
pueblos. Riqueza divina, que de eso si!!, vivo en
Barcelona y consumo el aceite de mi querida
Bujalance, ¡¡es maravilloso!!. Si estáis fuera del
pueblo, no renunciéis de este oro líquido. Besos Rosario.