PASANDO DESPEÑAPERROS
En aquellos años de 1950, con abundante pobreza y sumisión, el amor entre diferentes clases sociales, era casi un pecado, y aquellos dos jóvenes de la provincia de Córdoba, lo estaban sufriendo en su ambiente, el era un joven valiente y arrogante, dispuesto a comerse el mundo, pero las trabas que encontraba en su camino, eran demasiado grandes para poderlas superar, su novia, una joven de familia acomodada, le adoraba con pasión andaluza, y los dos jóvenes trataban de trazarse un camino, donde poder vivir su gran amor. Todo parecía cuesta arriba, los padres de ambos, sobre todo los de la joven, impedían que saliera con su novio a simplemente pasear por su localidad, todo eran murallas que a la joven la impedían ver a su amor. Un cierto día que se encontraban juntos, proyectaron marcharse para Madrid, y allí sin que nadie les conociera, poder empezar su vida de matrimonio, pero los padres de la chica, que parecían adivinar sus intenciones, no la dejaban ni salir de casa, hasta que por medio de una amiga de los dos jóvenes, se comunicaron su encuentro, y en una noche sin clara luna, decidieron salir de aquel sistema de vida, el hermano del novio, tenia preparado una tartana, con un farol, y una caballería, que les llevaría hasta la estación más próxima, de ferrocarril, desde allí el camino hacia la capital de España, fue bastante tranquilo, tan solo una vez les pidieron el documento de identidad, que lo llevaban encima, y no les hicieron ninguna pregunta, el joven llevaba las señas de unos tíos suyos, que tuvieron que emigrar en tiempos del racionamiento, por el año 1945. Y que llegaron a Madrid, huyendo de la pobreza que en aquellos años se sufría por aquellas tierras. La presencia de los dos jóvenes, dio alegría a sus tíos, ya que no tenían ningún hijo, y aquella historia de amor verdadero, les volvía a sentirse mucho más jóvenes. El novio pronto encontró un trabajo bastante remunerado económicamente. Las pretensiones de los dos jóvenes, era el poder alquilar una vivienda, pero al no tener la mili obligatoria echa, era un nuevo problema añadido, aunque para sus tíos, no significaba nada malo, al revés les tendrían en casa, como a dos hijos, que es lo que les hubiera gustado a ver tenido de jóvenes. La novia tenia el presentimiento, de que sus padres la habían denunciado por el abandono de hogar, pero su amor por su novio, la hacía mucho más fuerte, y trataba de poner todo su amor y cariño, en aquella familia que la había recibido como si fuera una hija suya, pasaron los años sin muchos problemas, el novio tuvo la suerte de cumplir la mili en Madrid, y al cumplir los 23, años que eran aquellos tiempos la mayoría de edad, se casaron por amor y sin tener que pedir permiso a ninguno de sus padres. Cuando nació el primer hijo, avisaron a los padres de ambos, que sin dudarlo se dirigieron a la capital de España, los padres de la joven, trataron de aguantar el tipo, ante los consuegros que allí se encontraban, pero la fuerza de conocer a su primer nieto, les había echo olvidar todos aquellos años, en los que ellos sabían que su hija se marchó voluntariamente, con el que en aquellos momentos era su marido. La vida continuo, y fueron muy felices, teniendo en total tres hijos que se prepararon para la vida futura en la universidad, destacando por su inteligencia, y dando al matrimonio las mayores alegrías, aunque el momento más amargo de la vida del esposo, fue cuando le comunicaron que su esposa sufría una enfermedad sin cura, aunque trato de visitar a varios médicos, sin encontrar una solución posible, y en el año 2005, aquella penosa enfermedad se llevo a la esposa de aquel hombre. En el día del fallecimiento sus ojos azules brillaban, como diamantes humedecidos, sus lagrimas rodaban por su cara, sin poder encontrar consuelo, los amigos y familiares trataban de consolarle, pero el drama de su soledad, le hacia mucho más vulnerable, y hoy en día después de pasar diez años, sigue siendo fiel aquella mujer a la que siempre desde niña amo, y que lleva diariamente en su mente.
G X Cantalapiedra.
En aquellos años de 1950, con abundante pobreza y sumisión, el amor entre diferentes clases sociales, era casi un pecado, y aquellos dos jóvenes de la provincia de Córdoba, lo estaban sufriendo en su ambiente, el era un joven valiente y arrogante, dispuesto a comerse el mundo, pero las trabas que encontraba en su camino, eran demasiado grandes para poderlas superar, su novia, una joven de familia acomodada, le adoraba con pasión andaluza, y los dos jóvenes trataban de trazarse un camino, donde poder vivir su gran amor. Todo parecía cuesta arriba, los padres de ambos, sobre todo los de la joven, impedían que saliera con su novio a simplemente pasear por su localidad, todo eran murallas que a la joven la impedían ver a su amor. Un cierto día que se encontraban juntos, proyectaron marcharse para Madrid, y allí sin que nadie les conociera, poder empezar su vida de matrimonio, pero los padres de la chica, que parecían adivinar sus intenciones, no la dejaban ni salir de casa, hasta que por medio de una amiga de los dos jóvenes, se comunicaron su encuentro, y en una noche sin clara luna, decidieron salir de aquel sistema de vida, el hermano del novio, tenia preparado una tartana, con un farol, y una caballería, que les llevaría hasta la estación más próxima, de ferrocarril, desde allí el camino hacia la capital de España, fue bastante tranquilo, tan solo una vez les pidieron el documento de identidad, que lo llevaban encima, y no les hicieron ninguna pregunta, el joven llevaba las señas de unos tíos suyos, que tuvieron que emigrar en tiempos del racionamiento, por el año 1945. Y que llegaron a Madrid, huyendo de la pobreza que en aquellos años se sufría por aquellas tierras. La presencia de los dos jóvenes, dio alegría a sus tíos, ya que no tenían ningún hijo, y aquella historia de amor verdadero, les volvía a sentirse mucho más jóvenes. El novio pronto encontró un trabajo bastante remunerado económicamente. Las pretensiones de los dos jóvenes, era el poder alquilar una vivienda, pero al no tener la mili obligatoria echa, era un nuevo problema añadido, aunque para sus tíos, no significaba nada malo, al revés les tendrían en casa, como a dos hijos, que es lo que les hubiera gustado a ver tenido de jóvenes. La novia tenia el presentimiento, de que sus padres la habían denunciado por el abandono de hogar, pero su amor por su novio, la hacía mucho más fuerte, y trataba de poner todo su amor y cariño, en aquella familia que la había recibido como si fuera una hija suya, pasaron los años sin muchos problemas, el novio tuvo la suerte de cumplir la mili en Madrid, y al cumplir los 23, años que eran aquellos tiempos la mayoría de edad, se casaron por amor y sin tener que pedir permiso a ninguno de sus padres. Cuando nació el primer hijo, avisaron a los padres de ambos, que sin dudarlo se dirigieron a la capital de España, los padres de la joven, trataron de aguantar el tipo, ante los consuegros que allí se encontraban, pero la fuerza de conocer a su primer nieto, les había echo olvidar todos aquellos años, en los que ellos sabían que su hija se marchó voluntariamente, con el que en aquellos momentos era su marido. La vida continuo, y fueron muy felices, teniendo en total tres hijos que se prepararon para la vida futura en la universidad, destacando por su inteligencia, y dando al matrimonio las mayores alegrías, aunque el momento más amargo de la vida del esposo, fue cuando le comunicaron que su esposa sufría una enfermedad sin cura, aunque trato de visitar a varios médicos, sin encontrar una solución posible, y en el año 2005, aquella penosa enfermedad se llevo a la esposa de aquel hombre. En el día del fallecimiento sus ojos azules brillaban, como diamantes humedecidos, sus lagrimas rodaban por su cara, sin poder encontrar consuelo, los amigos y familiares trataban de consolarle, pero el drama de su soledad, le hacia mucho más vulnerable, y hoy en día después de pasar diez años, sigue siendo fiel aquella mujer a la que siempre desde niña amo, y que lleva diariamente en su mente.
G X Cantalapiedra.