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CABRA: En 1288 tras una protesta del obispo de Córdoba y del...

En 1288 tras una protesta del obispo de Córdoba y del Cabildo catedralicio el rey Sancho IV de Castilla cedió Cabra como Señorío a la Iglesia cordobesa, el diezmo de los almojarifazgos, el de los musulmanes que trabajaban las tierras de los cristianos y el derivado del ganado extremeño que llegaba a Córdoba desde otros obispados.
El rey Sancho IV ordenó al Maestre de la Orden de Calatrava Juan González que se hiciera práctica la sentencia a favor de la Iglesia cordobesa y aunque aparecieron dificultades, el rey en 1290 volvió a insistir en este sentido.
Posteriormente en 1295 DªMargarita de Narbona con el consentimiento de su cuñado, el rey Sancho IV cedió la villa de Cabra a la Orden de Calatrava recibiendo a cambio el de Santa Olalla.
En el año 1320 durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, un noble cordobés Juan Ponce de Cabrera, biznieto del rey Alfonso IX de León se apoderó de Cabra y de su castillo que pertenecía la Orden de Calatrava y se atrincheró allí aunque fue asediado por las fuerzas del Maestre de Calatrava Juan Muñoz de Prado, quien reclamaba la villa y el castillo en el nombre de su Orden.
No obstante, Juan Ponce de Cabrera derroto a las tropas enviadas por el Maestre y permanecieron en el hasta que el rey ordeno la devolución de la villa y del castillo de Cabra a la Orden de Calatrava.
Ante esta petición del rey, Juan Ponce de Cabrera se negó obedecerle y el rey le condenó a muerte siendo ejecutado públicamente en la ciudad de Córdoba a principios del 1328 a causa de los desmanes cometidos durante la minoría de edad del rey Alfonso XI.
En 1333 fue cercada por el rey de Granada quien tras derribar las murallas y el castillo hizo prisionero a toda la población, siendo enviados prisioneros a Granada. Posteriormente el Maestre Juan Núñez III de León recuperaría este lugar, siendo repoblado nuevamente.
En dos ocasiones Cabra caería en poder de los reyes de Granada hasta que fue reconquistado por Alfonso XI y se la cedió de Señorío a su amante Dª Leonor de Guzmán, en el periodo entre 1342 y 1344.
Esta mujer concede a Cabra para iniciar su repoblación franquezas y libertades así como el Fuero de Córdoba con las exenciones de pechos y otros impuestos.
En el castillo de Cabra residió Dª Leonor de Guzmán que fue la madre de Enrique II de Trastamara donde se dice que nació en Cabra siendo bautizado en la Iglesia de San Juan Bautista del Cerro de Cabra conservándose la pila bautismal en esta Iglesia.
Posteriormente Enrique III concedió el título de Conde de Cabra en 1380 a su hijo natural Enrique de Castilla, de dos años de edad, también Duque de Medina Sidonia. Al morir este, Cabra vuelve otra vez a la corona de Castilla.
En 1439Juan II de Castilla nombra Señor de Cabra a Diego Fernández de Córdoba y Montemayor.