Un
pueblo blanco, aseado, chiquito y bonito en el que los
montes se incrustan en las
calles, en que el progreso ha sido incapaz de cambiar su idiosicracia. Un remanso de paz, un
rincón que invita al descanso y meditacion. Poema y prosa, pureza de ambiente.
OBEJO. CONOCE A SU GENTE... ME LO AGRADECERÁS