Qué recuerdos me trae el taller de Gabriel, siempre rodeado de gente y los chavales husmeando viendo cómo arreglaba bicicletas y pendientes si alguien nos daba una vuelta, porque era un avance notable sobre el medio de transporte habitual, los burros. No se me olvidan dos carteles que tenía en las paredes, uno decía "de noche todos los gatos son pardos", supongo ahora que era propaganda institucional para conducir de noche con precaución. El otro decía "hoy no se fía, mañana todo el día", este supongo ... (ver texto completo)