Poco antes de entrar en el Barranco de los Caleros de la fotografía, podrás ver unas tumbas mozárabes y al otro lado del camino el Peñón de Maria García en la finca de herederos de Lucía García Gutiérrez.
A este peñón le dieron la vuelta aquellos "tunos, sirvengüenzas, míralos que malos que son, que fueron a la saliega a darle el tumbo al peñón" según decía la murga, buscando el tesoro que había "soñado aquella chica, que medio loca está y con su mala cabeza a todos nos pondrá".
Sin embargo, yo pienso que ella no estaba loca ni lo soñó. Sólo se hacía eco de la tradición popular que runruneaba que en las "pilas del moro" o tumbas mozárabes estarían escondidos los tesoros de las personas inhumadas en ellas.
Creencia que aún se mantiene. Y si no, que nos expliquen porqué siguen yendo allí los expoliadores con sus detectores de metales.
A este peñón le dieron la vuelta aquellos "tunos, sirvengüenzas, míralos que malos que son, que fueron a la saliega a darle el tumbo al peñón" según decía la murga, buscando el tesoro que había "soñado aquella chica, que medio loca está y con su mala cabeza a todos nos pondrá".
Sin embargo, yo pienso que ella no estaba loca ni lo soñó. Sólo se hacía eco de la tradición popular que runruneaba que en las "pilas del moro" o tumbas mozárabes estarían escondidos los tesoros de las personas inhumadas en ellas.
Creencia que aún se mantiene. Y si no, que nos expliquen porqué siguen yendo allí los expoliadores con sus detectores de metales.