En mis años de muchacho, hacíamos las mejores candelarias de todo el
pueblo. Solíamos guardar la leña en el
corral de "Carmonilla". Teníamos que
Montar guardia y defendernos de los ataques de los "cerrilleros" y de los "plazaleros" que venían a quitarnos la leña.
Un "fuentecero".