Ilde, guapísima tu madre, antes y ahora, este verano estuvimos un ratito de charreta y sigue tan encantadora como siempre. Cuando yo era jovencita, le gustaba que me fuese algún rato a tu casa y que le contara cosas de Benidorm, ella solía prestarme las revistas que compraba, siempre me pareció una mujer fina y elegante aunque estuviera entre fogones y rodeada de churumbeles. No sé si tú guardas algún recuerdo sobre eso.
Un abrazo.
Un abrazo.