Nuestro querido paisano y forero, Claudio, me ha traído a la memoria un chiste, muy malo por cierto, que se contaba por los años 50, y que para que la gente que no vivió aquella época, sepa como eran algunas cosas, este chiste se contaba en voz baja, por miedo a que llegara a oidos de "guardianes del imperio" y hubiera "problemas".
Antes de contarlo quiero hacer incapié en el número tan importante de visitas y las pocas colaboraciones que hay. Esto me trae a la memoria una frase, que de madrugada, en los maravillosos 80 madrileños, decía un amigo mío: "Macho, al final siempre jod... los mismos, los mismos cubatas."
Bueno voy con el chiste y se lo quiero dedicar, allá donde estén pero siempre en mi corazón y en mi memoria, a mi padre, a Juanito "El Chorrero" y a Rafael "El del agua",
que se lo oí contar varias veces a ellas como si hubieran perpetrado una "acción" del "maquis" -lo hombres de sierra-.
En la inauguración de un pantano, cuando la "petinaz sequía" asolaba España, acudió el alcalde del lugar a recibir a Franco y a su séguito, vamos "los palmeros", y una vez presentado, comenzó el alcalde a hacer de anfitrión del Caudillo, e iba diciendo: "por aqui Don Claudio, tenga cuidado Don Claudio, mire don Claudio," hasta que ya uno de los palmeros, se acerca al alcalde y le dice al oido: "Alcalde llámele, por favor Caudillo, cómo todos"; a lo que el alcalde ni corto ni perezoso le contestó: ¡Si hombre, como que yo tengo la misma confianza con él que vosotros.!
Amén.
Antes de contarlo quiero hacer incapié en el número tan importante de visitas y las pocas colaboraciones que hay. Esto me trae a la memoria una frase, que de madrugada, en los maravillosos 80 madrileños, decía un amigo mío: "Macho, al final siempre jod... los mismos, los mismos cubatas."
Bueno voy con el chiste y se lo quiero dedicar, allá donde estén pero siempre en mi corazón y en mi memoria, a mi padre, a Juanito "El Chorrero" y a Rafael "El del agua",
que se lo oí contar varias veces a ellas como si hubieran perpetrado una "acción" del "maquis" -lo hombres de sierra-.
En la inauguración de un pantano, cuando la "petinaz sequía" asolaba España, acudió el alcalde del lugar a recibir a Franco y a su séguito, vamos "los palmeros", y una vez presentado, comenzó el alcalde a hacer de anfitrión del Caudillo, e iba diciendo: "por aqui Don Claudio, tenga cuidado Don Claudio, mire don Claudio," hasta que ya uno de los palmeros, se acerca al alcalde y le dice al oido: "Alcalde llámele, por favor Caudillo, cómo todos"; a lo que el alcalde ni corto ni perezoso le contestó: ¡Si hombre, como que yo tengo la misma confianza con él que vosotros.!
Amén.
