Isabelo, a mí me dieron natillas con galletas en mi primera comunión, pero no recuerdo que el mantel fuera tan «vistoso». El cura debió ser, D. Francisco y el local donde se celebraba creo que estaba cerca o donde ahora está la biblioteca. Estás muy guapo y todos tenéis cara de niños buenos.
El local donde se celebraba el convite de los niños de la primera comunión, en este caso, es el salón del cine (de invierno), propiedad de Rufino Sánchez; en la actualidad es una vivienda, de sus hijos. En la foto, detrás de los protagonistas de la comunión, se observan las sillas del cine, apiladas unas encimas de otras, para dejar sitio para la celebración de turno. Recuerdo que dichas sillas estaban unidas por unas maderas clavadas con puntillas, haciendo filas, como las butacas de los cines modernos. Eran incomodísimas, pero que bien no los pasábamos en el cine, como nos gustaban las películas de vaqueros y de romanos. ¡Eran otros tiempos!