CONQUISTA: Aúnque es a Edmundo a quién todos les debemos el homenaje,...

IN MEMORIAN

“NI NOS DOBLARON, NI NOS DOBLEGARON, NI NOS DOMESTICARAN”, con estas, tus míticas palabras, quiero hoy, cuando la inexorable ley de la vida decide privarnos de tu presencia física, decirte con el corazón henchido por el dolor que tu ausencia produce a cuantos conformamos CC. OO., ¡que no, que no te has ido, ni te irás nunca de entre nosotros! Que fuiste y seguirás “Per saécula saeculórum” siendo nuestros nuestro referente sindical y humano.
España pierde a uno de sus mejores hijos, el mundo sindical uno de sus más importantes pilares, en CC. OO. quedamos huérfanos y lloramos tu partida, por eso hoy desde este rincón situado en pleno Mare Nostrum, con el fondo sonoro del batir de las olas, que hoy –cual campanas- doblan a duelo, la mirada puesta en el esperanzado horizonte, el pensamiento en la España justa y solidaria que tu deseabas para todos y, los ojos humedecidos por el llanto, uno mi bandera a las miles que fraternalmente se inclinaran ante tu féretro, para rendirte un cálido, sincero y emocionado homenaje.
Hoy la Puerta de Alcalá no será glosada con el conocido ¡Ahí está!, ¡Ahí está!, hoy ella y Carlos III pierden su protagonismo, hoy solo habrá un inmenso clamor, que junto al tremolar de miles de banderas dirán: ¡Aquí está Marcelino!, ¡Aquí está CC. OO!
Como hijo de ferroviario que también soy, como sindicalista de CC. OO. y como militante de base la Federación de Pensionistas y Jubilados, te llevaré siempre en mi corazón y en mi recuerdo. Rememorando a Miguel Hernández y el último verso de su elegía, te diré “TENEMOS QUE HABLAR DE MUCHAS COSAS, COMPAÑERO DEL ALMA, COMPAÑERO.

¡HASTA SIEMPRE MARCELINO, DESCANSA EN PAZ!

Edmundo Treviño Luna

Palma de Mallorca, 30 de Octubre de 2010

Hola Edmundo, totalmente de acuerdo contigo en cuantos elogios diriges a Marcelino Camacho, desde mi punto de vista todos merecidos. Mientras él y algunos otros luchaban y padecían cárcel por defender nuestros derechos, niñas de 15 años trabajábamos 12 horas sin descanso semanal, sin vacaciones y la mayor parte del tiempo sin darnos de alta en la Seguridad Social.
Tu adiós a ese gran hombre rezuma un sincero pesar y demuestra tu gran calidad humana.
Un abrazo.

Aúnque es a Edmundo a quién todos les debemos el homenaje, por correo personal ya le contestado, quiero coger el rebote del que nos lanza Ana María, porque en cuatro palabras nos resume la "tragedia" que vivimos muchas personas en aquellos tiempos y aprovechar para decir que como es posible que aún hoy haya personas que pongan cara de circunstancias cuando digo que durante muchos años, unos cuarenta sufrimos la tiranía de un asesino, Francisco Franco Bahamonde.
Una de las pruebas de lo que digo, hay muchas más, es la de Marcelino Camacho, doce años en la cárcel por defender, ¡pacíficamente! a gente humilde y trabajadora, que recibíamos un miserable jornal que nos daba para comer pobremente, y poder levantarnos al día siguiente para producir riqueza en unos cuentos, sin derecho a sanidad, a jubilación, a pensiones de viudedad, etc. etc. y por ésto lo encierran en la cárcel.
Más, ¿cómo es posible que alguien crea en el clero, en esta Iglesia católica, que sacaba bajo palio al tirano y asesino?.