CONQUISTA: CARRETERA Y/O CAMINO CORTADO...

Ana María, recuerdo perfectamente a tu tía de verla en Conquista y que siempre pensé que se parecía mucho a tu madre. También me acuerdo de sus hijas.
La sartén de migas está para asaltarla y también los acompañamientos, con algo de pescado, como a mí me gusta (en la otra foto).
Las noticias que tengo de Conquista, de este fin de semana, es que se la carretera de Azuel ha estado cortada por inundaciones, aunque ayer día 8 ya estaba transitable.

CARRETERA Y/O CAMINO CORTADO

No es éste el primer año ni el último que la Carretera de Azuel y debido al agua de la lluvia se cortará; ya pasó hace algunos años, cuando dicho camino se inundó, se formó un barrizal y se cortó, ya que no podían pasar ni las cabras. ¿Porqué pasa esto y en una carretera no muy antigua, ya que hay que tener en cuenta que dicha carretera se construyó en los años setenta? Esto pasa, porque aún siendo una carretera nueva, se utilizó el trazado antiguo del camino existente, camino de toda la vida y que por su recorrido, iba paralelo a los cauces de unos arroyos que desaguaban en los denominados arroyo El Endrinal (a 5 km. de Azuel) o arroyo Buenas Hierbas (más o menos a la mitad del camino entre Azuel y Conquista). Pasa lo mismo en el tramo que va desde el puente del AVE hasta el arroyo de Pedro Moro y quizás en algún punto más, que habría que estudiar. En el tramo de Conquista a Torrecampo también existen varios puntos con estos mismos problemas.

Al construir una carretera nueva, hay que tener en cuenta varios factores, como son la clase de terreno, vegetación existente, curvas, cambio de rasante, ancho de la misma, dimensionamiento del firme y otros factores exteriores a ella, como en este caso, el agua de lluvia. Bien, esta agua, totalmente necesaria para el campo pero que por desgracia arruina la carretera por no haberse previsto la misma en su recorrido por las cunetas; ¡ay! las cunetas. Las cunetas en las obras de carretera se utilizan para encauzar el agua de lluvia que cae “sobre la plataforma o carretera”, y mediante una obra de fábrica (puente que cruza en sentido transversal a la carretera o alcantarilla) la misma traslada de una margen a la otra y se saca fuera de la misma, pero no se deben de utilizar para encauzar el agua que cae sobre los alrededores de la carretera, y llevar agua durante largo trechos ocasionando la ruina de la misma. Pues esto es lo que pasa con las cunetas en la carretera y/o camino de Conquista a Azuel, que en vez de coger el agua de la carretera y sacarla fuera, la coge a lo largo de la misma de los terrenos colindantes, la encauza por las cunetas, se erosionan y al ser de tierra y no estar revestida de hormigón, se forman grandes zanjas con el peligro que conlleva para el tráfico, se llenan de agua, las cuales no están calculadas para esta función, se desbordan, pasa el cauce por encima y destruyen el firme y todo lo que se encuentre; menos mal que esta vez no ha ocurrido ninguna desgracia personal como si pasó en La Bienvenida el otro día con el caso de un niño fallecido por una crecida de un arroyo, llevándose por delante el todoterreno donde iba con su padre. Pero demos tiempo al tiempo, y si no se la da una solución, algún día lo tendremos que lamentar.

Se podría entrar en el detalle del diseño del camino y/o carretera, pero teniendo en cuenta que el primer arreglo lo hizo el antiguo IRYDA, con unas maquinarias totalmente obsoletas y con unos materiales totalmente inadecuados; pero claro, como daban solución a un camino de herradura para convertirlo en un camino/carretera transitable por los vehículos a motor, ¡todo el mundo contento! Ahora, la Junta de Andalucía se hace cargo de la misma, la estrecha un poco, hecha unas capas de aglomerado asfáltico y asunto zanjado, pero no le da por arreglar esos “arroyos” que recorren paralelo al trazado de la carretera, y que en años de lluvia, como éste, pasa que la carretera se corta por ser inundada por el agua, pasando la misma por encima, al no haberse previsto y construido las obras de fabrica suficientes para evacuar dicha agua de lluvia, uno de los principios fundamentales a la hora de diseñar el trazado de una carretera; pero claro, esto no era una “carretera”, era un camino, y seguirá siendo camino aunque la Junta de Andalucía, propietaria de la misma, ahora se empeñe en que las alambradas en la misma deben de estar, como mínimo, a 8 metros de los bordes exteriores del desmonte o terraplén de la misma, ya que dicha carretera es equiparable a una carretera comarcal. Triste pero cierto, si no que se lo pregunten a esos propietarios que han intentado alambrar sus propiedades, y han sido denunciados.

Algo parecido a esto pasará algún día en el camino de Fuencaliente; también fue “diseñado” con los mismos criterios y pasará con él como con la carretera de Azuel, se verá cortada algún día. Esperemos que no pase ninguna desgracia personal como el caso referido anteriormente. Saludos