Si la carta a los Reyes Magos aún no la habéis escrito, veo muy difícil por no decir imposible que les llegue, aunque sean Magos los destinatarios, sugiero que utilicéis las tecnologías del momento y enviar un SMS o E-mail, más que nada para tener la seguridad de que van a recibir vuestra petición o peticiones.
Esta noche es una noche mágica, tantos para grandes como para chicos, será una noche de nervios con un dormir nervioso e inquieto, más de uno habrá que se despertará de madrugada echo un manojo de nervios y corriendo irá a donde dejó la leche y el agua para comprobar que los Reyes y los camellos se lo han tomado y, de paso mirará a ver si en los zapatos le dejaron lo que había pedido, alegría si es lo pedido y tristeza si no lo es, a estos últimos tengo que decirles que lo que le dejaron los Reyes fue con cariño y mucho amor y, que no deben estar tristes ni llorar ya que los Reyes Magos que son muy inteligentes y saben mucho de esto, le han dejado lo mejor y, además tienen que pensar que en el mundo habrá muchos niños y grandes que nada tendrá.
Siempre quise tener un patinete de madera de aquellos que hacia Tejedor, pues ni el patinete ni aquel caballo igualmente de madera con balancín, como mucho una naranja o quizás algún caramelo y, os digo que aquí estoy sin ningún trauma y sólo con esa pequeña decepción de que nunca me dejaron el patinete. Con tiempo he tenido muchas otras cosas quizás mejores pero ninguna como aquel patinete
Que os traigan todo lo que habéis pedido pero sobre todo mucha felicidad
Esta noche es una noche mágica, tantos para grandes como para chicos, será una noche de nervios con un dormir nervioso e inquieto, más de uno habrá que se despertará de madrugada echo un manojo de nervios y corriendo irá a donde dejó la leche y el agua para comprobar que los Reyes y los camellos se lo han tomado y, de paso mirará a ver si en los zapatos le dejaron lo que había pedido, alegría si es lo pedido y tristeza si no lo es, a estos últimos tengo que decirles que lo que le dejaron los Reyes fue con cariño y mucho amor y, que no deben estar tristes ni llorar ya que los Reyes Magos que son muy inteligentes y saben mucho de esto, le han dejado lo mejor y, además tienen que pensar que en el mundo habrá muchos niños y grandes que nada tendrá.
Siempre quise tener un patinete de madera de aquellos que hacia Tejedor, pues ni el patinete ni aquel caballo igualmente de madera con balancín, como mucho una naranja o quizás algún caramelo y, os digo que aquí estoy sin ningún trauma y sólo con esa pequeña decepción de que nunca me dejaron el patinete. Con tiempo he tenido muchas otras cosas quizás mejores pero ninguna como aquel patinete
Que os traigan todo lo que habéis pedido pero sobre todo mucha felicidad