Estando en el Cabo de Gata y, para más detalles en el Playazo y, cuando estabamos comiendo se nos apareció un ermitaño que también iba en bolas, vamos desnudo intengral y según podimos comprobar de santo tenia poco y si mucho de hambre, creerlo o no creerlo es cuestión de cada cual, pero lo cierto es que debia de llevar varios días si comer, tal y como engullia la tortilla.
¡Lo mismo era el San Apapucio! que se le habia caido el sombrero con un golpe de aire tan propio del lugar.
¡Lo mismo era el San Apapucio! que se le habia caido el sombrero con un golpe de aire tan propio del lugar.