Luz ahora: 0,08453 €/kWh

CONQUISTA: CHAPOTEAR...

CHAPOTEAR

El otro día estuvimos hablando de la palabra chapotear y nos trajo recuerdos de otros tiempos y no deseamos un buen chapoteo para este verano y el deseo de chapotear en Conquista.
Hace unos días estuve chapoteando en un lugar que suelo visitar de vez en cuando para no olvidarme de que es un lugar, sino paradisíaco si un lugar con una riqueza en frutales, tabaco y otros productos de la huerta, aguas cristalinas y unas gargantas estupendas para el baño, este lugar se llama Candeleda y está ubicada en el Valle del Tietar, provincia de Ávila y lindando con el de la Vera, perteneciente a Cáceres.
Este lugar tuve la fortuna de conocer hace ya unos treinta y muchos años y, lo conocí casi obligado por las circunstancias.
En Conquista había perdido casi todo, a mi abuelos, a mis amigos y, sobre todo un lugar para sentirme como en casa y, entonces mi padres decidieron que todo un verano encerrados en la caja de cerillas como mi padre llamaba al piso donde vivíamos (aún vive mi madre) no podía ser, así que buscaron un lugar donde pasar los meses de Julio y Agosto fuerade Madrid para poder mitigar los rigores del calor. Una casa alquilaron en Candeleda y hasta veintitantos nos llegábamos a juntar, no sólo los hermanos, novias, mujeres, sino hasta algún familiar y amigo, en algunos momentos del verano alguna habitación se alquilaba en otra casa.
Sigue igual de bello que era, conservando su encanto, de aguas cristalinas y transparentes, quizás con menos producción horticola y más turismo, también hay que decirlo con más suciedad provocado para cada uno de los que vamos, dejando todo tirado, sin tener ni más mínimo respeto por el medio ambiente, botellas, vasos, bolsas, resto de comidas, campas a sus anchas por cada rincón de este bello lugar.
En el Verano se disfruta del agua y del sol, ahora cuando está en su esplendor es en Primavera cuando la vegetación está exuberante y sus aguas de deshielo de la montaña empiezan a bajar al valle y también en Otoño sus árboles con los colores de la estación y también porque no decirlo degustar un buen cabrito al horno o unos niscalos de allí mismo de los pinares cercanos.