La amistad:
Hace unos días estuve comiendo con un amigo y paisano, En nuestra charla de antes, durante y después de la comida hablamos de nuestras vivencias de cuando éramos chicos, nuestros juegos, nuestros amigos y sobre todo nuestra vida llena de carencias, desde lo mas elemental como puede ser la comida hasta no disponer de lo más querido por un niño como es un juguete y, también recordamos nuestra gran imaginación para encontrar sustitutos tanto a la comida como a los juguetes. En cuanto a la comida y me refiero aquella comida como puede ser la fruta, el helado, el café, etc. Las frutas la comíamos yendo a los perales de la Gavia, donde también comíamos garullos, los higos en las higueras de los huertos, los madroños en la finca de La Garganta, los melocotones en la Ribera, etc., los helados en días especiales y después de hacer rogar mucho conseguíamos lo tanto deseado, siempre mucha imaginación.
Los juegos desde hacernos un pingane con un tronco pequeño de cualquier encina, las bolas de cristal de la botellas de gaseosa nos valian para jugar a los bolos, la taba del cordero también valia para después jugar a eso a taba, con una horquilla de madera, dos gomas y un trozo de material un tirador, para lo que fuera, tanto para intentar matar pájaros como larga tijas y, así un largo etcétera que nuestra imaginación fuera capaz de ingeniar.
Pero dentro de esto el tuvo un detalle conmigo que para mi es de un valor incalculable, no tanto por el valor crematístico sino por el valor sentimental, es de esos regalos que demuestra la amistad entre las personas, después de esto me di cuenta que con este amigo sólo nos había separado la distancia y las circunstancias siguiendo viva aquella amistad que se labro durante nuestra infancia.
También recordados algunas cosas como la del”” chacarrun”” se rompió la soga, y dijo Pizarro pues yo no me subo más. Lugares, como el cerro del Cura, la cerca de la Lastra, las Viñas, etc. Personas como el abuelo Quini, que el recordaba, yo no y, era el que vendía los peces, Juanito Lanzailla, Las Taconas,
Amigo espero que lo que no supe expresar con palabras haya sido capaz de hacerlo con este relato, hay una cosa que me quedó muy clara y es tu amistad por esta y por el regalo muchas, muchísimas gracias.
Como tú según me confesarte ere un recién llegado a este del Internet y también en nuestro Foro y como posiblemente no estés familiarizado con el nombre que uso en el foro te digo aque soy: Tomás, Tomás Gutiérrez
Un abrazo y hasta pronto
Hace unos días estuve comiendo con un amigo y paisano, En nuestra charla de antes, durante y después de la comida hablamos de nuestras vivencias de cuando éramos chicos, nuestros juegos, nuestros amigos y sobre todo nuestra vida llena de carencias, desde lo mas elemental como puede ser la comida hasta no disponer de lo más querido por un niño como es un juguete y, también recordamos nuestra gran imaginación para encontrar sustitutos tanto a la comida como a los juguetes. En cuanto a la comida y me refiero aquella comida como puede ser la fruta, el helado, el café, etc. Las frutas la comíamos yendo a los perales de la Gavia, donde también comíamos garullos, los higos en las higueras de los huertos, los madroños en la finca de La Garganta, los melocotones en la Ribera, etc., los helados en días especiales y después de hacer rogar mucho conseguíamos lo tanto deseado, siempre mucha imaginación.
Los juegos desde hacernos un pingane con un tronco pequeño de cualquier encina, las bolas de cristal de la botellas de gaseosa nos valian para jugar a los bolos, la taba del cordero también valia para después jugar a eso a taba, con una horquilla de madera, dos gomas y un trozo de material un tirador, para lo que fuera, tanto para intentar matar pájaros como larga tijas y, así un largo etcétera que nuestra imaginación fuera capaz de ingeniar.
Pero dentro de esto el tuvo un detalle conmigo que para mi es de un valor incalculable, no tanto por el valor crematístico sino por el valor sentimental, es de esos regalos que demuestra la amistad entre las personas, después de esto me di cuenta que con este amigo sólo nos había separado la distancia y las circunstancias siguiendo viva aquella amistad que se labro durante nuestra infancia.
También recordados algunas cosas como la del”” chacarrun”” se rompió la soga, y dijo Pizarro pues yo no me subo más. Lugares, como el cerro del Cura, la cerca de la Lastra, las Viñas, etc. Personas como el abuelo Quini, que el recordaba, yo no y, era el que vendía los peces, Juanito Lanzailla, Las Taconas,
Amigo espero que lo que no supe expresar con palabras haya sido capaz de hacerlo con este relato, hay una cosa que me quedó muy clara y es tu amistad por esta y por el regalo muchas, muchísimas gracias.
Como tú según me confesarte ere un recién llegado a este del Internet y también en nuestro Foro y como posiblemente no estés familiarizado con el nombre que uso en el foro te digo aque soy: Tomás, Tomás Gutiérrez
Un abrazo y hasta pronto