De pequeño soñaba y decia que queria ser torero, para eso ejercia de maletilla de vez en cuando yendo con Pepin y nuestro capote a esos cercones de Angel Diaz, a ver si encontrabamos algún becerro o cualquier cosa que embistiera a nuestro capote tirado al aire, vana ilusión, excepto en una ocasión que unas de esas escapadas nocturnas que haciamos encontramos la horma de nuestro zapato. Una vaca de esas con ese color tan de nuestra tierra y, detrás de ella un hermoso becerro y, date aqui nos vemos nosotros los más valientes que uno pueda imaginarse, claro valientes hasta que el becerro hizo por nosotros y, ni contar quiero como gateamos por el primer chaparro que no encontramos y como podeis comprender no estaba muy lejos, ¡bueno! ¡bueno! que olor, los calzoncillos ni os cuento.
Llegué a casa de mi abuela Mariana me puse a estudiar, ¡si a estudiar! Ciencias y en concreto los tejidos, en esto que llega mi tio Francisco de ver la novia y se quedó extrañado de que estuviera a esas horas estudiando, pero lo bueno no estuvo ahi sino, en que al día siguiente va Vidal a la Panadería y mi tio no le cuenta de que cuando llegó estaba estudiando sino de que me dedicaba a ir torear por la noche. Aquellos que habeis estudiado con Vidal sabeis como era, imaganiros la bulla de me dió.
Así que entre el miedo que cogí y lo de Vidal me dijo apaga y vamonos, dejé los toros y hasta las vacas.
Llegué a casa de mi abuela Mariana me puse a estudiar, ¡si a estudiar! Ciencias y en concreto los tejidos, en esto que llega mi tio Francisco de ver la novia y se quedó extrañado de que estuviera a esas horas estudiando, pero lo bueno no estuvo ahi sino, en que al día siguiente va Vidal a la Panadería y mi tio no le cuenta de que cuando llegó estaba estudiando sino de que me dedicaba a ir torear por la noche. Aquellos que habeis estudiado con Vidal sabeis como era, imaganiros la bulla de me dió.
Así que entre el miedo que cogí y lo de Vidal me dijo apaga y vamonos, dejé los toros y hasta las vacas.