El
puente romano de
Córdoba está situado sobre el
río Guadalquivir a su paso por Córdoba, y une el
barrio del
Campo de la Verdad con el Barrio de la
Catedral. También conocido como el puente Viejo, ya que fue el único puente con que contó la ciudad durante veinte siglos, hasta la construcción del puente de
San Rafael a mediados del siglo XX. El 9 de enero de 2008 se inauguró la mayor remodelación que el puente Romano ha tenido en su
historia.
Desde 1931, el puente, conjuntamente con la
puerta del Puente y la
torre de la Calahorra está declarado Bien de interés cultural en la categoría de
Monumento. 1 Además, forma parte del
centro histórico de Córdoba que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
Historia
Aulo Hircio, soldado e historiador del general de la República
romana, Julio César, escribe que el
militar al llegar a la ciudad en el año 45 a. C. tras la batalla de Munda, tuvo que atravesar el río creando un paso temporal con
piedras. Esto no quiere decir que no hubiera otros
puentes romanos cercanos, pero este puente en la entrada sur de la ciudad no podría haber existido con anterioridad. Por lo tanto, se suele datar de tiempos del primer emperador Augusto (27 a. C.-14 d. C.), cuando Córdoba adquirió el título de Colonia Patricia y se amplió hacia el Guadalquivir.
Alberga una longitud de unos 331 metros y está compuesto por 16
arcos, aunque originalmente tuvo 17.
Fue uno de los más importantes medios de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península ibérica por ser el único punto para cruzar el río sin utilizar ningún tipo de
embarcación. Probablemente la
Vía Augusta que iba desde Roma hasta
Cádiz pasaba por él.
A comienzos de la dominación musulmana, alrededor del año 720, es cuando encontramos referencias a la primera gran reconstrucción por el valí Al-Samh ibn Malik al-Khawlani. 4 Encontramos en su extremo sur la torre defensiva de la Calahorra y en su extremo norte la puerta del Puente. Esta última fue realizada por el arquitecto Hernán Ruiz II en 1572, llamada erróneamente por el
pueblo cordobés como
Arco del Triunfo, a pesar de que nunca tuvo esta función, sino que fue una de las
puertas de la antigua
muralla.
En el centro del puente se encuentra el triunfo del San Rafael, el más antiguo de los Triunfos, que data de 1651, obra del
escultor Bernabé Gómez del Río.
En tiempos más recientes, el Puente Romano se convirtió en el acceso a la ciudad para los viajeros que acudían desde el sur de la misma, por lo que se ubicó en la puerta del Puente el fielato sur de la ciudad (oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo). Además, el Puente fue parte integrante de la
carretera nacional N-4, siendo atravesado por los viajeros que bajaban desde el centro de
España hacia la zona sur y viceversa.
El 1 de mayo de 2004 fue convertido en un puente peatonal, tras la construcción de los puentes de San Rafael en 1953 y el más reciente Miraflores en 2003, vedándose al tráfico motorizado desde sus primeros vehículos casi un siglo atrás