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Patio cordobés, CORDOBA

La Fiesta de los Patios de Córdoba
Uno de los principales atractivos turísticos de Córdoba son sus patios, un lugar de convivencia y centro de la vida familiar. En ellos, historia, luz, agua y vegetación dialogan en un ambiente único.

Desde 1921, cobran un especial protagonismo con el Festival de los Patios Cordobeses, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012. Se celebra durante el mes de mayo, donde los patios cordobeses se engalanan con flores y macetas que cuelgan de sus paredes, o se colocan sobre el pavimiento empedrado.

Y para completar la esencia de estos lugares emblemáticos, sus cuidadores ornamentan las estancias con muebles antiguos o enseres de cocina, entre otros detalles.

UN LUGAR DE CONVIVIENCIA
Un patio es un espacio al descubierto de la vivienda que sirve como iluminación y ventilación del resto de las dependencias. Además, su situación de acceso a ellas permite que se use como lugar de convivencia, es el centro de la vida familiar.
La imagen del patio cordobés es herencia de la casa islámica que se caracterizaba por la construcción de fachadas orientadas hacia su interior. El aspecto exterior carecía de relevancia pues se constituía con un simple muro ciego. Tras la conquista cristiana de la ciudad esta estructura arquitectónica se mantuvo y aún perdura en las actuales viviendas.

UNA MULTITUD DE FLORES
Además de presentar una fachada, un patio se distingue por engalanarse con una multitud de flores plantadas en arriates y macetas, que se cuelgan en las paredes o se colocan sobre el típico pavimento de chino cordobés. Junto a ellas los pozos o las fuentes embellecen el recinto, conformándose una hermosa imagen en la que se fusionan agua, luz y vegetación, un claro reflejo del pasado árabe de la ciudad. Para culminar la ornamentación, los propietarios suelen incluir también muebles antiguos, enseres de cocina de hierro, fustes, capiteles u otros restos arqueológicos.

UNA ARQUITECTURA SINGULAR
Cada patio presenta una arquitectura singular, fruto de una evolución histórica distinta, de modo que resulta una ardua tarea establecer una tipología. Sin embargo, a grandes rasgos los patios se clasifican en dos grupos básicos:

Patios monumentales y señoriales: aquellos relativos a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la sinagoga o el santuario de la Fuensanta. Por su parte, entre los señoriales, sobresale el Palacio de Viana que integra doce patios en su interior de diferente estilo arquitectónico.

Patios de concurso: todos los que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. Se distinguen a su vez dos tipos de clases que se corresponden con las modalidades del certamen: patios de arquitectura antigua y patios de arquitectura moderna o renovada. Los primeros son aquellos que han sido construidos hasta la década de los sesenta y que conservan sus principales características estructurales. En cambio, los patios de arquitectura moderna son aquellos que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición de una anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus elementos más significativos.