DE VIAJERO POR
ESPAÑA.
Medina Azahara.
Cordoba,
Andalucía ESPAÑA.
Monasterio de
San Jerónimo de Valparaíso.
Frente a la impresionante Medina Azahara, también cobijado por la
sierra de Córdoba y rodeado de la vegetación autóctona, se encuentra el Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, un imponente
edificio del siglo XV. Su origen
gótico se ha ido enriqueciendo gracias a las sucesivas intervenciones renacentistas y barrocas. Actualmente sus propietarios, los marqueses del Mérito, han hecho una estupenda labor de restauración, llevada a cabo durante varias generaciones.
Impresiona la gran
fachada, con
balcones y
ventanas, en el centro de la
portada destaca un medallón de mármol blanco con relieve de San Jerónimo. En el interior el
patio principal claustrado con
columnas dóricas y
bóvedas góticas. Hay en estos
claustros varias
capillas.
El monasterio fue fundado a principios del siglo xv por el
ermitaño portugués fray Vasco de Sousa, que estaba decidido a implantar la Orden de San Jerónimo en Castilla, donde todavía no albergaba representación. Vasco de Sousa envió a su discípulo fray Lorenzo con el objetivo de entrevistarse con el obispo de Córdoba, Fernando González Deza, quien reconoció no albergar tierras para la fundación del monasterio Jerónimo, aunque le proporcionó el contacto de Inés Martínez y su hijo Martín Fernández de Córdoba, alcaide de los Donceles y señor de Chillón. Los aristócratas aceptaron la donación, por lo que Vasco de Sousa se trasladó hasta Córdoba acompañado de cuatro religiosos más, donde firmaron el 10 de mayo de 1405 la cesión de una
huerta que Inés Martínez albergaba en las cercanías de Córdoba la Vieja (Medina Azahara) ante el notario público apostólico Velasco Jiménez de
Segovia con la única condición de cantar una capellanía de manera perpetua. Dicha donación fue ampliada por su hijo con otras
huertas, además de la Dehesilla, más adelante conocida como dehesa de Córdoba la Vieja,
montes reales, fontaneras, olivares,
agua, los diezmos de todos esos terrenos, doce cahíces de
pan terciado, veinticuatro fanegas de sal y las
casas-hospedería.
Este paraje, conocido como Valparaíso, comenzó a ver la construcción del monasterio el 9 de julio de 1408 cuando se nombró a fray Vasco de Sousa como primer prior y a los cuatro religiosos que lo acompañaron, los frailes Rodrigo, Pedro, Juan y Gomes, como conventuales. La Diócesis de Córdoba, en la que quedaba incluido el monasterio, dio permiso para la edificación de
iglesia mayor,
claustro,
campanario e incluso
cementerio. Aunque fray Vasco realizó la construcción de una pequeña iglesia y claustro en los orígenes del monasterio, fue realmente fray Gómez, prior entre los años 1426-1449, quien edificó la cisterna, el refectorio, el dormitorio, las
escaleras, la caballeriza, las celdas, la cocina vieja, la casería y la cerca vieja. El 12 de noviembre de 1440, el rey Juan II de Castilla recibió a todos los monjes y a sus sirvientes «bajo de su amparo y protección, y bajo de su guarda, su seguro y defendimiento real», por lo que el monasterio comenzó a utilizar la denominación de Real. Esta condición fue ratificada por su hija Isabel la Católica el 13 de diciembre de 1478, siendo cualquier agravio contra el monasterio delito de lesa majestad
foto tomada por jose ramon