Alguno tuvimos que salir con cadenas. Menos mal que un
amigo me dejo las cadenas, sino me tengo que quedar ahi, a mi no me hubiera importado, si ya esa aldea disfruta de un entorno sin igual, la novedad de la
nieve la hizo incomparable. El problema era bajar al
Bar de Amelia por los resbalones, pero agarraitos a la pared bajamos a hechar la partida y a tomarnos unas copitas y a disfrutar de jugosa tertulia. Yo tuve el privilegio de ver ese peazo de nevazo.
OSELITO9.