Buen mes de febrero a cuantos merodean por estas páginas. ¡Cómo pasa el tiempo!, ya nos hemos cargado un mes del año nuevo. No, si lo dicen mis chicos: profe, que se nos pasa el curso volando.
¿Recuerdan ustedes los largos que se nos hacían en nuestra adolescencia los días, los meses, los años...? Y, ahora, no sólo se nos hacen cortos a los adultos; también a nuestros infantes, extrañamente, les pasa igual.
Sé que hay gente que opina que volver atrás ni para coger impulso; depende de para qué se haya de mirar atrás. Yo pienso que para aprender, sí. Porque hemos pasado de un extremo a otro sin comprender ni entender nada, a la vista de lo que acontece actualmente a nuestro alrededor, en nuestra sociedad, en nuestra nación, en nuestro mundo...
Disculpen el lapsus... no quería disertar y menos de algo que aquí, en estas páginas, no va a tener solución.
Simplemente, he visto esta foto en la red y me he decidido a compartirla (para que os dé nostalgia igual que a mí), ya que no podremos cantar alrededor del fuego aquellas canciones que mi madre me enseñó de la rama y tal y tal, como suele decir el sr. Germán.
Lo que me ha extrañado es ver quién organiza la fiesta, ¿ya no hay asociación de vecinos?
Pues, nada, que lo pasen bien y a ver qué nos depara este febrerillo el loco, metereológicamente hablando.
¿Recuerdan ustedes los largos que se nos hacían en nuestra adolescencia los días, los meses, los años...? Y, ahora, no sólo se nos hacen cortos a los adultos; también a nuestros infantes, extrañamente, les pasa igual.
Sé que hay gente que opina que volver atrás ni para coger impulso; depende de para qué se haya de mirar atrás. Yo pienso que para aprender, sí. Porque hemos pasado de un extremo a otro sin comprender ni entender nada, a la vista de lo que acontece actualmente a nuestro alrededor, en nuestra sociedad, en nuestra nación, en nuestro mundo...
Disculpen el lapsus... no quería disertar y menos de algo que aquí, en estas páginas, no va a tener solución.
Simplemente, he visto esta foto en la red y me he decidido a compartirla (para que os dé nostalgia igual que a mí), ya que no podremos cantar alrededor del fuego aquellas canciones que mi madre me enseñó de la rama y tal y tal, como suele decir el sr. Germán.
Lo que me ha extrañado es ver quién organiza la fiesta, ¿ya no hay asociación de vecinos?
Pues, nada, que lo pasen bien y a ver qué nos depara este febrerillo el loco, metereológicamente hablando.