EL VASO DE ALCORNOCAL
El vaso de El Alcornocal, que porta una inscripción ibérica en su borde, fue hallado repleto de monedas hoy perdidas en 1873 (CIL II, supp., 1892, 6249, 4). Procede de la aldea de El Alcornocal y se conserva actualmente en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid). Su importancia histórica es considerable, no sólo por el hallazgo en sí, indicativo claro de la inseguridad que caracterizó a estas tierras en tiempos prerromanos, sino también por su tipología y, particularmente, por su filiación cultural. Es un cuenco de plata de perfil cónico, con el fondo apuntado y el borde ligeramente engrosado al interior. No presenta decoración, pero sí una inscripción en caracteres ibéricos bajo el borde, que ha sido transcrita como anusa aren a. 1 h. 4 ki. 4, e interpretada como una alusión a la medida o capacidad del vaso, o, mucho más probablemente, al propietario del mismo, a la manera griega.
El vaso de El Alcornocal, que porta una inscripción ibérica en su borde, fue hallado repleto de monedas hoy perdidas en 1873 (CIL II, supp., 1892, 6249, 4). Procede de la aldea de El Alcornocal y se conserva actualmente en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid). Su importancia histórica es considerable, no sólo por el hallazgo en sí, indicativo claro de la inseguridad que caracterizó a estas tierras en tiempos prerromanos, sino también por su tipología y, particularmente, por su filiación cultural. Es un cuenco de plata de perfil cónico, con el fondo apuntado y el borde ligeramente engrosado al interior. No presenta decoración, pero sí una inscripción en caracteres ibéricos bajo el borde, que ha sido transcrita como anusa aren a. 1 h. 4 ki. 4, e interpretada como una alusión a la medida o capacidad del vaso, o, mucho más probablemente, al propietario del mismo, a la manera griega.
Descansa en paz, Germán.