ERMITA DE LA
VIRGEN DE LAS
CRUCES.- Situada junto al más importante yacimiento arqueológico de toda la comarca, en un enclave que ha sido lugar de culto desde el pasado más remoto. La ermita está dividida en tres tramos por
arcos perpiaños que arrancan de pilares contrarrestados exteriormente. La cabecera del templo es un añadido posterior y aparece cubierta por una
bóveda rebajada, asentada sobre pechinas. La
fachada principal está muy remarcada por la existencia de un
pórtico sobre
columnas. En su interior destaca la existencia de un baptisterio paleocristiano, por inmersión, sito en la sacristía, y que viene a poner de manifiesto la
antigüedad de culto de este espacio, situado junto al paraje El Soto.
PARROQUIA DE
SANTA ANA.- Edificada en el s. XVI, fue construida con gran sencillez, hecho que confirma su interior, de una sola nave, dividida en cinco tramos por arcos fajones apuntados, siguiendo un esquema que, por repetido en el ámbito de Los Pedroches, no deja de ser sumamente atractivo. En su fachada destacan una serie de voluminosos contrafuertes que enmarcan y delimitan la
portada más vistosa del templo, diseñada por Hernán Ruiz II.