El visitante que se acerque a este
pueblo desde cualquier
carretera, observará a lo lejos la
Torre de la
Iglesia que sobresale entre todas sus construcciones. Siguiendo cualquiera de las
calles de entrada al pueblo llegaremos a la pequeña
plaza donde se encuentra la Iglesia de la Encarnación y, junto a ella, la torre, donde anidan las
cigüeñas, que está compuesta por tres cuerpos: el primero de granito y los otros dos de ladrillo rojo. Hasta 1997 existió en el
campanario una curiosa
campana formada en su parte posterior con una bomba de la guerra civil.
En la iglesia destacan sus
puertas sobre los que se sitúan
escudos señoriales e inscripciones con las fechas de construcción, año 1623. Pasando a su interior se descubre que está formada por una sola nave que termina en una
bóveda ojival. A los pies conserva el
coro alto del siglo XVII elevado en tres
arcos con sus
columnas de granito. En el exterior se encuentra un
arco de ladrillo que une la iglesia con la primera
casa de la
calle La
Fuente.
Existen otras construcciones religiosas dentro del casco urbano con son: la
ermita de
Santa Rosalía con la "
Cruz del Cura" en su
puerta, la ermita del
Cristo de
las Eras, pequeña pero de gran belleza con su
olivo en alto en la parte trasera, y un poco más alejada pero de gran
tradición por ser donde se alberga la imagen de la Abuela Santa Ana, patrona de la localidad, se encuentra la ermita de Santa Ana, de curiosa construcción, conservando a su entrada un bello arco dovelado de medio punto procedente de la antigua ermita.
A pocos kilómetros del pueblo se encuentra el paraje conocido como
Huerta de los Frailes, donde además de una moderna ermita se encuentran los restos del antiguo
convento de
San Alberto del
Monte.
La construcción civil más representativa es el
Castillo de Madroñiz, de origen árabe y situado al noroeste del municipio, consta de dos
torreones cilíndricos y una torre de
homenaje donde destacan los atauriques mudéjares.