Una mañana, Cipriano acompaña a su madre al centro de la ciudad y cuando van a coger el autobús, su madre le dice.
- Cipriano, tienes que decir al conductor, que tienes solo nueve años, para poder pagar menos.
- Pero mamá, yo ya tengo diez años.
- Ya, pero es una pequeña mentirijilla, para que el billete nos cueste más barato.
Al entrar en el autobús, el conductor le pregunta a Cipriano.
- ¿Cuantos años tienes?
- Nueve, contesta con miedo.
- Y ¿cuando cumples los diez?
- Cuando me baje del
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