Un hombre, pálido, triste y escuálido, va al psiquiatra y le dice:
-Mi suegra me está matando. Sé que me voy a morir. ¿Tengo cura?
-Claro que sí, en cualquier iglesia encontrará uno.
-Mi suegra me está matando. Sé que me voy a morir. ¿Tengo cura?
-Claro que sí, en cualquier iglesia encontrará uno.