VAMOS A ANIMAR LA TARDE.
Esto era uno que se fué a tomarsse un refligerio a un
bar que había en el último piso de un rascacielos en Nueva York. En eso que al entrar se encuentra allí con un tío más grande y más ancho que un armario empotrao y que estaba el tío to borracho perdio.
El muchacho que acaba de entrar lo obserba y luego se pide una copita.
Está allí tan tranquilo degustando su bebida y de pronto vé como el grandullón se asoma a la
ventana y tranquilamente se tira hacia abajo. Mira
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