Un muchacho va a un
bar con su perro, un gran danés, y como no le dejan meterlo en el bar, lo deja atado en la
puerta. Al cabo de un rato, entra un hombre y le dice: - Oiga, el perro de la entrada es suyo? - Si. - Pues mire, lo siento de verdad, pero mi perro lo ha matado. - Imposible. Con lo grande que es mi perro. Como es el suyo? - Bah, poca cosa, un chihuahua. - Ja, ja, ja, esto es una broma, ¿no?.
- No, es que se le ha quedado atascado en la garganta a su perro.