El Señor resucitó lleno de justicia y amor,
por nosotros seres humanos cargó nuestro pecado y dolor.
Heridas, dolores y penas por nosotros el sufrió.
con crueldad clavado en la
cruz por nuestra salvación.
El Señor, esuchando mi suspirar en la oscuridad,
vino a mi y de consuelo me llenó.
Con su sangre preciosa, lavó toda mi amargura
sanó las heridas en mi alma y corazón.
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