Uno que vá a la escuela de árbitros:
¡buenos días! Vengo a inscribirme para la carrera de árbitro.
¡José! Hay que tomarle los datos a éste desgraciado.
Un momentito: yo no soy ningún desgraciad., ¡eh!
José,! No vengas, que el hombre no tiene clara su vocación.
¡buenos días! Vengo a inscribirme para la carrera de árbitro.
¡José! Hay que tomarle los datos a éste desgraciado.
Un momentito: yo no soy ningún desgraciad., ¡eh!
José,! No vengas, que el hombre no tiene clara su vocación.