Ea, mira que guasa ahora,
que guasa hay, con de usía ahora,
ay, Dios mío, valgame Dios,
valgame Dios.
Que no, que no señor,
que yo no tengo el pollo, que no, que no señor,
y usted no se sonria con risa de gachón,
que si sois tan honrados, tambien honrada soy yo,
con que dejarme hablar y prestarme atención,
que es justo y natural que me defienda ¿no?
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