Aún recuerdo yo, aquella tabla con los distintos orificios y las chapas en ellos por donde se pasaba, las aceitunas segun su tamaño, y el que no tenía ese medio, lo hacía con un cuchillo, raja por raja.
Todas estas cosas se las contamos a nuestros hijos y nos miran extrañados, porque ellos le ha tocado vivir en otra época sin duda alguna mejor.