Bueno, pués ya que está esta aquí os voy a contar una anédota que le pasó en Hinojosa a ella misma.
Dicen que antíguamente, muy antíguamente en la
calle Tinteres vibia un muchachito muy fino con su mamá y un día la pobre mama se le murió ya de vieja él que era muy cariñoso la arregló y la acicaló muy bién para que estubiera guapa y se quedó toda la
noche velandola y llorandola... ¡Ay qué dolor mi madre, ay que dolor mi madre! y así él solito. En eso que al ser de día se presenta toda de luto y con
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