De pronto surgen recuerdos,
vienen de mi edad templana.
Sorprendentes, imprevistos, fugaces.
Veloces llegan al alma.
¡Recuerdos, no paseis de largo,
que no quiero olvidar nada!
y menos quiero olvidar,
aquella mi edad templana,
porque creo que el recuerdo,
es la huella de mi alma.
MARUJA HERRERA.
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