Y para echar un buen rato voy a contaros un caso verídico que le ocurrió a mi vecina Micaela una tarde que salía del baño envuelta en una toalla y fué a avisar a su marido que ya estaba la ducha libre para él.
Cuando el marido de Micaela entra en la ducha, suena el timbre de la
puerta. Ella le comunica que abrirá la puerta y baja a abrir envuelta en la toalla.
Al abrir la puerta se encuentra a su vecino Antonio, que se queda sin aliento ante la visión que le ofrece la buenísima señora. Entonces
... (ver texto completo)