Este año me queria yo comer un hornazo de San Benito, con dos huebos. ¿Podrá ser? ¡Ay... como atragantaba el pan y el huebo!
UN poquito gaseosa pa empujar el tragoooo.... Sin duda alguna la alegria de la vida, lo mejor que nos puede pasar. ¡Qué vivan los niños! Casi todos hemos sido colodrillos como estos esperando que el Santo nos bendiga el hornazo. ¡Bueno, unos son más grandes y otros son más chicos!