Estaba una criada que era muy inorantona, escuchando lo que le decía su señorita con su novio, para ella decirle al suyo lo mismo y así pasar por refinada...
Roberto bién decías que me amabas y ¡poca cosa me amarias!
¡Ay que bién, eso le voy yo a decir a mi Norberto cuando venga!
Llega por la tarde el novio a verla y ella le suelta de sopetón.. ¡Norberto, tú decias que mamabas, poca leche mamarias!
Roberto bién decías que me amabas y ¡poca cosa me amarias!
¡Ay que bién, eso le voy yo a decir a mi Norberto cuando venga!
Llega por la tarde el novio a verla y ella le suelta de sopetón.. ¡Norberto, tú decias que mamabas, poca leche mamarias!