aunque la noche estaba llena de estrellas y la luna cortada por la mitad como si de un queso se tratara luciendo a su máximo explendor y la via lactea contemplada por encima de nuestras cabezas, desde mi balcón no podia dejar de pensar y de mirar los acontecimientos tan tristes acontecidos en mi querida ciudad Logroño, desanimado y triste no queria dejar de contarlo y compartirlo con vosotros.