¿Y las botijas?
¿y la chapera? jajjajajaj
¡Anda qué...! con lo grandes que eran las llaves y de hierro, como para llevar consigo la de tu casa, la de tu tía, la de tu suegra y alguna más... ¡Claro la del corrar de las gallinas y los cochinos, que estaba en la parte atrás de la cerca de San Gregorio!
Pues La llave de mi casa, era tan grande como mi móvil...
Cuando la metía en el bolso, servía para defenderme de los malos... le metía un bolsazo y le aviaba el cerebro.
Cuando la metía en el bolso, servía para defenderme de los malos... le metía un bolsazo y le aviaba el cerebro.