jajajaja.
A nosotros, mi madre que le pasaba igual que a Vicen, nos hacía poner los pies encima de madera para que no atrajéramos los rayos. Y yo, como he sido siempre como un rabo de lagartija me levantaba de la silla, no veas los gritos que me daba mi madre.
A nosotros, mi madre que le pasaba igual que a Vicen, nos hacía poner los pies encima de madera para que no atrajéramos los rayos. Y yo, como he sido siempre como un rabo de lagartija me levantaba de la silla, no veas los gritos que me daba mi madre.