HINOJOSA DEL DUQUE: Mi niño, que GRAN LECCION MAGISTRAL acabas de darnos....

Ahora os voy a contar yo otra leyenda a todos y todas:

Siempre es mejor construir que destruir. Y sembrar es construir para el día de mañana, para recoger más adelante.

Sembrad vuestra fe, para sostener y apoyar a los que vacilan. Sembrad vuestra abnegación y no la reservéis solamente para vosotros y vosotras. Sembrad vuestra confianza y Dios no os dejará ni los hombres ni mujeres os fallarán.

Sembrad la sonrisa a vuestro alrededor; la sonrisa hace bien y os hace bien, la sonrisa disipa nubes y suaviza tiranteces.

Sembrad vuestra dulzura y llegareis a conquistar a los hombres y mujeres, aún aquellos y aquellas que tienden a la violencia o no saben dominarse.

Sembrad vuestra amistad, vuestro gozo y entusiasmo en todos aquellos y aquellas que lo necesitan, pues así llegareis a hacer felices a los demás y ellos os harán felices.

Sembrad vuestros sacrificios, aún con lágrimas y sin alarde; todo sacrificio requiere una cuota de dolor y de sangre; pero toda sangre es redentora y toda lágrima es purificadora.

Sembrad toda vuestra vida; que toda vuestra vida sea una verdadera siembra de alegría, de bondad, de paz y de amor; el que siembra luz, recogerá calor; en cambio, el que siembra vientos, recogerá tempestades.

Todos nosotros somos hijos e hijas de la luz y del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Como hijos de la luz, debemos iluminar a cuantos están cerca de nosotros, iluminarles, para llevarles al Señor. Que las tinieblas no iluminen, no es extraño; pero que la luz se apague, causa angustia.

Mi niño, que GRAN LECCION MAGISTRAL acabas de darnos.
Yo me quedo con estos dos párrafos:

"Sembrad vuestra amistad, vuestro gozo y entusiasmo en todos aquellos y aquellas que lo necesitan, pues así llegareis a hacer felices a los demás y ellos os harán felices".

"Todos nosotros somos hijos e hijas de la luz y del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Como hijos de la luz, debemos iluminar a cuantos están cerca de nosotros, iluminarles, para llevarles al Señor. Que las tinieblas no iluminen, no es extraño; pero que la luz se apague, causa angustia".
Un beso grandiiiiiiiiiiiiiiisimo, chiquitín.