Como llegue a tiempo, me traigo un adoquín de esos de recuerdo, por los años que llevo pisándolo.
Jajajajajaja, en el maletero y lo pongo a la entrada de la puerta de la casa en el pueblo, para sujetar la puerta y para más cosas ¡seguro ¡
Quiero ir para el puente de la Inmaculada, si Dios quiere.