Mi marido como siempre, habla más que come.
Mientras tanto a otras, le dolia la barriga de escuchar la saeta el gitanillo.
Y es que se me cortó la repiración y por poquito me ajogo.
La interpretacion fue genial, es que lo borda este Juan.
A ver si ensayais algo las tres y nos hacemos la competencia la próxima vez que nos juntemos.
Juan, hemos ganado..