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Bueno para pasar la mañanita de agua os voy a contar lo que le pasó a mi primo Cipriano en un viajecito que hizo a Madrid.
Pués llega mi primo Cipriano a Madrid y se le apetecía un cafelito. Se mete el Cipriano en una cafeteria muy estilosa y muy bién decorada, toda llenita de vidrieras y espejos ¡, pero allí no había un alma, solo el camarero que estaba en la barra esperando a los clientes. Lo vé venir el camarero y piensa, ¡anda un colodro! pués me voy a reir un rato de él.
¡buenas.... ¿me pone un cafelito?... ¡eh! tranquilo, tranquilo, que tiene Vd. que esperar su turno, sientesé Vd. en una mesa.
Pasa un rato y otro, y otro y el camarero tranquilito... ¡oiga! ¿me pone el café?.. Le he dicho que espere un poco, que ya llegará su turno... Mi primo Cipriano que se mosquea y coje un cenicero gordísimo que había en la mesa y zassss... lo tira contra las vidrieras y las hace añicos.... Pero... ¿Qué hace Vd. está loco?...... Contesta Cipriano.... Sí... ahora me vas a echar la culpa a mí, con la de gente que hay aquí en este Bar.
Pués llega mi primo Cipriano a Madrid y se le apetecía un cafelito. Se mete el Cipriano en una cafeteria muy estilosa y muy bién decorada, toda llenita de vidrieras y espejos ¡, pero allí no había un alma, solo el camarero que estaba en la barra esperando a los clientes. Lo vé venir el camarero y piensa, ¡anda un colodro! pués me voy a reir un rato de él.
¡buenas.... ¿me pone un cafelito?... ¡eh! tranquilo, tranquilo, que tiene Vd. que esperar su turno, sientesé Vd. en una mesa.
Pasa un rato y otro, y otro y el camarero tranquilito... ¡oiga! ¿me pone el café?.. Le he dicho que espere un poco, que ya llegará su turno... Mi primo Cipriano que se mosquea y coje un cenicero gordísimo que había en la mesa y zassss... lo tira contra las vidrieras y las hace añicos.... Pero... ¿Qué hace Vd. está loco?...... Contesta Cipriano.... Sí... ahora me vas a echar la culpa a mí, con la de gente que hay aquí en este Bar.
Vaya caracter que tenía tu primo Cipriano.
hola a todo el mundo esta poray jajaja
Loli, menos mal, dieciocho son los ojos que te leen.