Ayer, cuando cruzaba Alamillo, me crucé con un coche que habia enganchado con los bajos a un gato y lo llevaba trabado del lomo, el pobre llevaba las patas colgando.
¡Juan qué cosa más horrosa! no cuentes eso ¡hombre! que si Doña Vicenta lo lee se nos puede poner malita... ¡bueno Vicen y algunos más!