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ESTA HISTORIETA SE LA DEDICO A JUAN ANDRES, QUE UN DIA ME SOLICITO QUE SE LA VOLVIERA A CONTAR QUE NO LA ENCONTRABA Y NO SE HABIA ENTERADO MUY BIEN.
Pues mi padre que era un gran fabulador, nos contaba cuando eramos chiquininas que hubo una vez en Hinojosa un año que no había imagen de San Sebastian para salir en procesión.
Como él era muy bién parecido y aparente para el caso, pués le dijeron que si quería salir representando al Santo Martir, con el impediento de que debia ir casi encoreto y nó moverse. El dijo que sí.
LLegado el día 20 del mes primero del año, lo subieron en las andas, lo encoretaron y le pegaron las flechas, además de impregnarlo de miel de abeja par darle un aspecto de verdadera imagen de santo.
Todo el pueblo se rindió a la devoción y llenó el barrio de rezos y cantos, pero cuando la procesión llegó a la esquina del paseo, unos efrubios del Pilar y la miel que emanaba la viva imagen, atrajeron a los moscardones, moscas, mosquitos y Avejas. El pobre santo sucumbio a las picaduras y dando manotazos abandonó la procesión huyendo de las flechas.
Todo el pueblo decía.. ¡Milagro, milagro!
Pues mi padre que era un gran fabulador, nos contaba cuando eramos chiquininas que hubo una vez en Hinojosa un año que no había imagen de San Sebastian para salir en procesión.
Como él era muy bién parecido y aparente para el caso, pués le dijeron que si quería salir representando al Santo Martir, con el impediento de que debia ir casi encoreto y nó moverse. El dijo que sí.
LLegado el día 20 del mes primero del año, lo subieron en las andas, lo encoretaron y le pegaron las flechas, además de impregnarlo de miel de abeja par darle un aspecto de verdadera imagen de santo.
Todo el pueblo se rindió a la devoción y llenó el barrio de rezos y cantos, pero cuando la procesión llegó a la esquina del paseo, unos efrubios del Pilar y la miel que emanaba la viva imagen, atrajeron a los moscardones, moscas, mosquitos y Avejas. El pobre santo sucumbio a las picaduras y dando manotazos abandonó la procesión huyendo de las flechas.
Todo el pueblo decía.. ¡Milagro, milagro!