Hola Mari, pues dejamos a la Virgen y cojemos a Juan Andrés que lo veo muy espatarrado, tienen los poonis en el filito. Este niño no ve el peligro.
Ya lo creo que como es grande se sube al poyo la cocina y llega al suelo y yo tengo que poner la escalera para sentarme asi.
Tú te quedas colgandito como cuando estábamos en la escuela. Pendulándonos las piernas.